En una clínica dental y en el mundo de la salud en general, la higiene es el primer parámetro a considerar. Una clínica debe seguir estrictos protocolos de higiene para brindar un cuidado bucal en un ambiente limpio y saludable. Cada detalle es importante, especialmente cuando se trata de la boca, que es por naturaleza un entorno con alto contenido de bacterias. A título informativo, hay alrededor de 50 mil millones de bacterias en la cavidad bucal, algunas beneficiosas y otras más peligrosas. Por lo tanto, la higiene en un gabinete debe ser irreprochable para evitar cualquier riesgo de contaminación e infección.
La estructura y el equipamiento de la clínica garantizan el cumplimiento de todos los protocolos de higiene y esterilización:
- Limpieza permanente de áreas comunes
- Desinfección sistemática de armarios y equipos después de su uso (iCare + de NSK para limpieza, desinfección y lubricación automática de piezas de mano y micromotores)
- Usar ropa protectora para uso exclusivo en la clínica.
- Uso de material desechable (guantes, batas, mascarillas, etc.)
- Desinfección, limpieza, esterilización (3 unidades Autoclave Lina de W&H) y almacenamiento de instrumentos en un ambiente estéril
- Cumplimiento de los estándares de gestión de residuos