Para nosotros, ética, es una palabra clave en nuestro trabajo. Siempre ofrecemos y buscamos una solución adaptada a las necesidades y expectativas de nuestros pacientes todo ello de una manera personalizada.
La buena práctica de nuestra profesión requiere valores como escucha, diálogo, intercambio y empatía ... Porque más allá de los problemas dentales, es necesario tratar también sufrimiento y desconfianza adquiridas antes de llegar a nosotros.
Es por ello que estamos con nuestros pacientes el tiempo necesario hasta atender todas las necesidades y dudas que le puedan surgir antes de comenzar sus tratamientos e incluso en el transcurso de los mismos. Desde la confianza y el miedo con el que puedan venir, así como la comprensión total de su plan de tratamiento, fases, tiempos y protocolos que vamos a seguir en cada caso.
El estricto cumplimiento de los protocolos crea condiciones favorables para la comodidad y seguridad del paciente durante las intervenciones.
En nuestra opinión, ésta es la única forma de cumplir las condiciones necesarias para establecer una confianza plena técnica y humana.